Infección
martes, 10 de mayo de 2011
En ti
viernes, 6 de mayo de 2011
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miércoles, 4 de mayo de 2011
Sonreirle a lo que fuere.
martes, 3 de mayo de 2011
A Ella
lunes, 2 de mayo de 2011
Muerto.
Yo no paraba de hablar, nadie quería escucharme; recorría el lugar en busca de alguien que me aceptara y compartiera lo que yo sentía pero era inútil. No había nadie, todos eran dedos que apuntaban y bocas que reían a carcajadas, ceños fruncidos y cuero cubriendo espíritus jóvenes.
Por la noche la situación no era tan diferente pues yo me sentía igual de mal, igual de sola.
Ese líquido que salía de mí, tenía un sabor terrible; yo me lastimaba a mi misma y no sé por qué.
Era un dolor tan agudo y crónico, mi cuerpo y mi alma se desvanecían entre alcohol y miseria.
Aún es igual, soy un muerto que deambula por las calles en busca de la nada. Y no me importa, porque de todas formas esta vida no tiene sentido.
Recordarte.
Recordar es mi tormento; es verte y verme feliz, es sentir de nuevo esa esperanza de estar siempre junto a ti y comprender que ya está muerta. Es sentirme vacía y creer que tal vez cometí un error.
No, no me gusta recordarte, peor aún es llorarte todavía, ya después de tantos meses.
Es una tortura soñarte como todo era antes, es doloroso pensar, que si estuvieras cerca quizá estuviéramos juntos, porque nuestro amor o por lo menos el mío aún quema.
Es mirarte a través de la ventana mientras te marchas, es quedarme callada y no decir nada, mejor, porque ya consideras una falacia mis sentimientos.
Por eso no hablamos, soportamos el dolor de estar separados y supongo, así será siempre pues ya no hay marcha atrás.